Bueno… ya está el té, cuidamos de no dañar la mesa y estás estrenando una taza divina (yo amé el diseño ni bien lo vi y no he dejado de usar la mía desde el primer día).

Entonces, ¿cómo seguimos? ¡Ya sé! Avanzá con el #4. Es algo que, creo, siempre viene bien llevar una en la mochila o cartera.